amor incondicional

¿Orgullo o amistad?

¿Qué vale más? ¿el orgullo o la amistad? Hace casi un año, mientras iba en el autobús de camino a la facultad una amiga me dijo, más o menos, que por muy enfadada que estés con alguien, si realmente quieres a esa persona y te importa de verdad, debes romper el orgullo como si de una cáscara de huevo se tratase y dejar salir de lo más profundo el perdón, la sinceridad más oculta. Pero la verdad es que no todo el mundo piensa así, hay gente a la que le mueve más la rabia, el odio, el miedo al perdón; personas que son incapaces de olvidar, o al menos, de recapacitar, reflexionar y actuar de una manera más adecuada a cada situación.
¿Hasta qué punto debemos perdonarlo todo? ¿Hasta cuándo debemos continuar vagando como "zombis" movidos por el orgullo? ¿Es siempre el más educado el que perdona?
Mi experiencia personal es algo contradictoria, la vida me ha enseñado muchas cosas, de algunas he aprendido, pero de otras no sé qué absorber. Perdí a mi mejor amiga por lo que ahora creo que son tonterías, pero en aquel caso, con el tiempo pudo más la amistad que cualquier otra cosa, y no hay cosa de la que más me alegre en el mundo que de aquel día en el que un abrazo lo hizo todo.
Pero cómo pedir a una persona que olvide los pecados de otra cuando siempre es esa otra la que los lleva a cabo. Llegados a este punto, respondan ustedes, mis pensamientos se entremezclan con mis sentimientos y no sé lo que digo.

Las necesidades elásticas

Hace una semana más o menos, estuve hablando con mi madre sobre lo relativo de las necesidades. Ella me dijo que, como bien titulo este post, las necesidades son "elásticas" y de ésto es de lo que voy a escribir hoy. Analicémoslo bien.

• ¿Qué significa la palabra NECESIDAD? Si buscásemos en el diccionario podríamos encontrar definiciones como: "aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir". Pero en la vida real, ¿qué es una "necesidad" para nosotros mismos? La gente camina por las calles diciendo -Necesito trabajo-, o, -necesito dinero-, o, -necesito salir de fiesta-, o, -necesito unos pantalones nuevos-, como dice mi madre, ¿qué pasa? ¿que vas desnud@ para necesitar unos pantalones? He ahí el kit de la cuestión, convertimos nuestros vicios en necesidades de vital importancia. 
• Por éste nuestro país se oye cada día -¡Estamos en crisis!-, y yo me pregunto, ¿en CRISIS?, ¿de verdad? En mi opinión, mi humilde y sincera opinión, vaga la idea de que crisis (económica) es una situación casi insostenible de la economía de un país, por lo que cualquier persona de raza humana a la hora de ponerse a trabajar se agarraría a un "clavo ardiendo". Pero ¡no señores!, ésto no es lo que aquí pasa, vivimos en un país en el que nadie quiere trabajar, queremos que nos lo den todo hecho, partido y masticado. No digo que no haya crisis, que la hay según los balances y cifras que cada día nos regalan en la televisión acerca del paro, la economía, el comercio, etc, etc, etc; pero también digo que nos hemos "aburguesado". Queremos trabajo, pero no lo pedimos, y cuando nos lo dan no lo cogemos porque no nos gusta currar cuando los demás están de descanso, o no nos parece "suficiente" el salario, o no estamos de acuerdo con las vacaciones, o no, o no, o no... La cosa es quejarse y no trabajar, y seguir en el paro, aunque siempre podemos hacer "chanchullos" para seguir cobrando el paro mientras trabajamos de "estrangis". Es mucho más cómo seguir con 30 años viviendo de nuestros padres en vez de salir a buscar un empleo. Y luego están aquellos que se quejan o critican y dicen "¿pero si tu no "necesitas" trabajar?" Y ahí es donde contesto yo: ¿que no "necesito"? Asique como bien dijo mi madre, las necesidades son elásticas, cada cual tiene su porqué, su razón, pero no pidas que te den algo que antes tu mism@ has rechazado.
• Y luego está el tema de las ayudas, la verdad, he de decirlo, nunca he tenido ideas de derechas, pero me ronda en la cabeza cierto pensamiento dudoso. España es el país de las políticas sociales, de las ayudas, el país que últimamente quiere asemejarse a Robin Hood, quitándole a los ricos para dárselo a los pobres (lo cual no me parece mal del todo), pero si es ésto lo que intenta, entonces ¿por qué el "currito" que lleva toda la vida trabajando y ahorrando para poder tener una casa, otra para sus hijos, etc, vive peor que el mileurista que se gasta todo lo que gana en sus vicios y caprichos? Para empezar, el mileurista (o milquinientoseurista) recibe becas (para universidad, piso, etc), mientras que el "currito" que ha pagado sus hipotecas y demás... no se come ni un "colín", aún habiendo tenido que renunciar durante años a vacaciones, viajes, caprichos, etc, todo eso que el mileurista  ha estado disfrutando durante toda su vida sin importarle si en el futuro podrá tener o no para un techo donde vivir. ¡Así es España!, si, disfrutan unos pocos, y los que viven de forma responsable y austera al final son los que peor parados quedan. Llegados a este punto lanzo de nuevo la pregunta con la que empecé: ¿qué es NECESIDAD?. Reflexionen y comenten. Gracias.

Siempre debemos recordar quién somos.

A veces soñamos con cosas que no tenemos, vagamos por el paraíso de las ilusiones pensando en ser algo o alguien que no somos, pero que a los demás les gusta. Cualquier cualidad o virtud de los demás siempre es mejor que la nuestra, o al menos, eso pensamos. Cada día nos venden en los medios de comunicación perfectos estereotipos que parecen haber sido hechos ordenador, desde cosas materiales hasta sentimientos, pasando por emociones. En resumen: el resto si, lo nuestro no. Pero ¿sabéis?, las cosas no siempre tienen por qué ser así, mejor dicho, ¡no son así! Cada uno se modela así mismo con sus defectos y sus virtudes, porque los defectos no tienen porque ser siempre algo malo, nosotros decidimos cómo ser, y esa es la clave, la clave de nuestra personalidad. Un día de este año alguien me dijo que nadie carece de personalidad, todos la tenemos, la llevamos con nosotros, que uno sea más parado o menos hablador, o se guíe por los demás no significa que no tenga personalidad. Que lo que hagas o lo que digas no le guste al resto de la gente no tiene por qué importarte, ser diferente no está mal. Hacer una cosa porque sepas que le gusta al resto es todo un error, pues habrás quebrantado las pautas de tu forma de ser. Aunque tampoco debemos ceñirnos obligatoriamente a unos principios, podemos cambiarlos si la ocasión lo requiere, eso sí, siempre debemos recordar quién somos.

Embriágate de risas y escupe las tristezas

¡No mires atrás! no te vuelvas, ni si quiera mires de reojo. La vida es muy corta, como dicen algunos, dura dos días, y uno lo pasamos entre pensamientos y remordimientos. Asique aprovecha, disfruta del momento, no pensar en los demás a veces no está mal. Sal, salta, sáltate las normas, embriágate de risas y escupe las tristezas. Divertirse dos días a la semana nunca está de más, y si pueden ser tres, ¡pues mejor! Con lo cual, hazlo, no preguntes, ¡hazlo!, sé tú quien cambie las normas del resto, no todo tiene que seguir un patrón, también puedes ser tú el que dibuje uno nuevo.

"A palabras necias, oídos sordos"

Y voy a empezar a saltarme las normas, a borrar los obstáculos, a eliminar los impedimentos. Voy a preocuparme por quien tengo que hacerlo y a pasar del resto, porque "donde las dan las toman" y donde las toman las dan, asique si te dan, media vuelta, porque a "palabras necias, oídos sordos", y como la cosa va de sordos, voy a pasar de sonotones que me obstruyan el tímpano, voy a ponerme dos tapones y a olvidarme de prejuicios. Con que si quieres bien y si no, también, ¿y si no?, pues si es que no, retrocede y vete por donde has venido. Que las cosas solo molestan a quien se da por aludido.

¿Para qué estar triste si puedes estar feliz?

¿Para qué estar triste si puedes estar feliz? ¿Que es verano, estás en el pueblo, tus amigas aún no han bajado, y las que están están trabajando?, pues nada, te vas a la piscina a cuidar de tus primos pequeños y te camuflas entre ellos (ya que la estatura me lo permite) haciéndote pasar por una niña de diez años. Pero eso sí, los fines de semana cambias de piel y vuelves a la de veinteañera con ganas de fiesta aunque hayas estado toda la noche sirviendo copas y hayas salido a las 6 y media de la mañana. Asique, si os pasa como a mi y estáis un poco aburridillos, haced lo impensable, no planeéis, dejad que el día siga su curso.

Pd: os dejo una foto desde casa de mi abuela, la calidad no es muy buena, lo sé, pero demasiado para estar sacada desde una blackberry tras una larga noche de fiesta.

Verano.

El olor a crema, a cloro, las primeras quemaduras en la piel, el césped ocupado por niños/as del albergue. La gente que se va de vacaciones, la playa, las fiestas de los pueblos, las peñas, las sudaderas de colores,¿quién lleva el coche?. Fines de semana casi interminables, desayunos en "el flores". Julio que pasa despacio, y agosto que vuela. Los amigos que vienen, pero que también se van, al igual que la familia. Cuidar a tus primos en la piscina, enseñar por decimoquinta vez a tu hermana a tirarse de cabeza (y que no aprenda). Esperar un mes a que vengan tus amigas, y cuando vienen, hacer cenas, salir de fiesta, y discutir mucho: que si los colchones ahí, que si el sillón al otro lado, ¿quién limpia la nevera?, ¿qué compramos para fiestas?. Todo me recuerda al verano, mi época del año preferida, por eso hoy me resulta raro decir, que ¡estoy aburrida!

No sé cómo llamarlo...

Aburrimiento, desgana, hastío, apatía, inapetencia, indiferencia,
hartura, tedio, disgusto, fastidio, pesadez, sopor, desinterés,
tibieza, displicencia...

Me gusta...

Me gusta dormir con la persiana subida viendo las estrellas y amanecer por las mañanas con el resplandor del sol. Me gusta sentir esa sensación de libertad el día que te dan las vacaciones y poder pasar una tarde entre amigos sin que nada importe. Me gusta salir al jardín de noche y contemplar una enorme luna de verano mientras hablo por teléfono con una de esas personas que cada día me hacen sonreír. Me encanta tomar el sol en el jardín mientras estudio, y regresar a casa cuando se ha puesto la noche.

Y no me gusta la gente falsa, el acento de los pijos, ni la gente estirada. No me gusta estar nerviosa cuando me juego algo, aunque siempre lo estoy. Odio a la gente que farda de lo que tiene, pues no me gusta la gente chula y prepotente.

Por si no lo he dicho ya, adoro el chocolate, es como el elixir de mi existencia. Me gustan esas tardes de domingo en las que como creps con una amiga hasta hartarme, o devorar un gran helado de stracciatella derretido. Me encanta comer los domingos la paella de mi madre bajo la sombra de un cerezo junto a mi familia, pero también me gustan sus lasañas, y sus tartas de galleta, flan y chocolate.

Me gusta recordar aquellos días de instituto, las risas imparables en medio de una clase, notar que el tiempo ha pasado y que el futuro está aún por llegar. Me encantan las fotos en blanco y negro, y las de color también, contemplarlas una a una e invadirme de recuerdos del ayer. Me gustan los besos en el cuello, siento como si una pluma recorriese poco a poco mi cuerpo. Me gusta reírme por la calle paseando mi alegría y que piensen que estoy loca perdida. Estoy completamente enamorada de la música, me gusta escuchar a James Morrison mientras paseo por el campo y es que… a veces lo pienso y… me siento atada a las pequeñas cosas de la vida que te hacen ser feliz.

http://www.youtube.com/watch?v=i85P8NDvSmg

Como el sonido de las olas cuando rompen...

Es como el sonido de las olas cuando rompen, como la arena cuando se pega entre los dedos, como el agua cuando cae entre las rocas... Pero también es como el susurro de un bebé mientras duerme, como el roce de las amapolas entre sí, como el olor a hierbabuena en días de sol... Cuando habla parece que canta, y cuando duerme... cuando duerme parece sonreir... Su corazón no tiene cabida en una caja, y su alma es más grande aún... No le gusta mostrar su brillo a los demás, pero sí que lo tiene, pues su luz es más pura aún que la del sol, y más infinita que la de las estrellas... No hay demasiados de su especie, no lo busques... porque es único, y ya ha encontrado su lugar...

...

Soy una marimandona, me creo buena persona, soy "la resentida", también un perrito pachón, "la medio metro", además visto fatal, y soy una chula, una faltsa, etc, etc, etc... Según algunas personas esto es todo lo que soy, al igual que muchos de ustedes serán otras tantas cosas para otros, pero me gustan las críticas, y las acepto. La gente se pasa el día criticando y sería una hipócrita si dijese que yo no lo hago. Durante el día matamos las horas hablando de las personas que nos rodean, lo cual o es malo, lo malo viene cuando nos cebamos con la gente que no nos ha hecho nada, y es aún peor cuando esa persona es tan frágil como el borde de una copa de chapán. ´Por suerte, no es mi caso. No me considero Hulk en cuanto a sentimientos, pues siempre he sido una sensiblona, lloro por todo: por una película, por un mal recuerdo, por un buen momento, con un buen anuncio de coca cola... Por lo tanto, prefiero escuchar las críticas de mis amigos/as y familia, que las de cuatro personajillos/as que no pintan nada en mi vida. Por ejemplo, me encanta cuando Claudia me dice que soy una pesada cada vez que discuto con Judith; o cuando Judith me dice... ¡qué leches! Judith nunca me dice nada malo; o cuando Melisa se ríe de mi ropa, diciendo que cómo puedo ir así vestida; o cuando mi prima Desiré en casa de mi abuela me reprocha que soy una desordenada; o mi hermana, cada vez que le pido un vaso de agua (o que encienda la luz, o que busque el mando, o que me pase una manta) me achaca que soy una vaga; o cuando Marcos me dice que lo que no sé me lo invento...etc, etc, etc. Pero estas críticas me gustan, me ayudan a ser mejor persona (eso que según algunas/os no soy), hacen que reflexione sobre las cosas que hago y digo, y sobretodo, me sirven para cambiarlas (aunque algunas, como mi forma de vestir, no tengo intención de cambiarlas: lo siento Mely). Sé como eres, y siéntete afortunada/o por ello, todos tenemos defectos... pero piensa que tenemos el doble de virtudes...

La primavera la sangre altera

¿Qué es la primavera?

Según el refranero español

Dicen que la primavera la sangre altera; que en abril, aguas mil; pero que San Isidro Labrador (15 de mayo), quita el agua y trae el sol. Que para ver un buen abril, cien años has de vivir; que además, en abril, mucho cantar y poco venir. Que agua de mayo, pan para todo el año; y si marzo se portó mal, y no se porta bien abril, la espiga es espigorrín. Que mayo regalado, ni muy seco, ni muy mojado. Y por supuesto, que quién en febrero malo está, en marzo y abril seguirá.

Según unsusurroenelolvidolalala

Ya han florecido los cerezos, y aunque de vez en cuando las nubes sigan llorando, todos estamos alegres porque ha salido el sol. Huele a naranjas y a flores, los pájaros componen canciones, y todo parece estar en paz. Atrás quedaron el gris y el marrón de las hojas de los árboles, de nuevo nace el colorido en nuestros paisajes. Cada día "Don Lorenzo" nos abandona más tarde, sus últimos rayos de sol arañan el cielo dejando heridas color violeta. ¿A quién no le gusta la primavera?: dar paseos por las tardes aparcando los problemas a un lado, tumbarse en el césped cómo si la tarde no tuviera fin, comer helados e intentar que esa gotita traviesa y derretida de chocolate no llegue hasta tus manos, ver como la gente se da besos entre las calles, y que llueva justo antes de llegar a casa y no te importe el mojarte. ¡Es casi perfecta! ni demasiado frío, ni demasiado calor, la única pega es el polen que desprende y que hace que tengamos durante varios días la nariz cual payaso en un circo. Por lo demás... todo está bien.

Pero recuerda, dura poco... ¡aprovéchala!

Vas a enseñarle a tu madre a hacer hijos...

No te subas ahí ¡que te caes!. No comas chucherías, que vamos a comer ya. Come lentejas, que tienen hierro, y son buenas para escribir a ordenador. ¡Me da de lao'! ¡Recoge tu habitación! ¿Qué horas son éstas? ¿Que vas a salir hoy también?... no hija, no!!!! Come fruta, que tiene vitaminas. Come pescado que tiene mucho fósforo. ¡Tómate el zumo ya!, que se le van las vitaminas. Duérmete, que viene el coco. Cuidado con la cartera, que está la gente a la que salta. Abrígate antes de salir, que te vas a pillar un resfriado. Hasta las cinco no te bañas, que tienes que hacer la digestión. Vas a enseñarle a tu madre a hacer hijos.

Parecía de película...

Y por unas horas pareció que jamás íbamos a volver a necesitar la presencia del sol. Con ella nos bastaba. Era inmensa, más inmensa que nunca. Su luz parecía casi artificial, dejando entrever un cielo azul oscuro. Si fijabas la vista en ella durante unos segundos, era capaz de hipnotizarte. Parecía de película... Y a pesar de que desde su silla pudiese contemplar el dolor que miles de japoneses están sufriendo, u observar a Libia en medio de una guerra, ella, aquella noche, apareció con su mejor sonrisa.

Un sueño nunca se dice, se cumple

No me gusta ni el frío, ni la crema catalana, ni los yogures con sabor a plátano, ni tampoco los peluches. Prefiero la playa a la montaña, pero si se dan las dos mejor. Un vicio comer, y mi vicio: el chocolate. Mataría por que Alejandro Sanz cantara y tocara solo para mí. Me encanta reírme hasta que duele; odio las tardes grises en las que dan ganas casi de llorar. Siempre necesito gente a mi lado, odio estar sola, me aterra estar sola. Me gusta dar besos, y que me los den; pero a veces rechazo a los/las hipócritas que me los dan. No me gusta la falsedad, el "te pongo mi mejor sonrisa pero me caes fatal". Sol, buena música, mejor compañía y... chocolate, creo que con eso en una isla desierta sería capaz perfectamente de sobrevivir. Anhelo cada día de invierno las tardes de verano, su calor, su olor a cloro (¡vaya, vaya, aquí no hay playa!), sus helados, sus días llenos de luz, su gente... Odio lo superficial y a los/las superficiales. Odio que piensen por mí, opinen por mí, y hablen por mí. Me encanta esa sensación que entra cuando tienes un buen recuerdo y nace en ti una minúscula sonrisa. Añoro el mar, pero siempre que estoy allí se hace insoportable mi problema con la arena. Un equipo, el Barça; una cantante, Anastacia; un lugar, Barcelona; una comida, lasaña; un postre, mousse de chocolate; una forma de dormir, boca abajo; una forma de despertar, con la luz del sol; un ídolo, Messi; una noche, de verano; un sueño... un sueño nunca se dice, se cumple.

A veces pesan más los años que el orgullo...

Cuando eres pequeña piensas que el resto de tu vida va a ser igual que en ese momento. Con el tiempo te das cuenta de que las cosas cambian, que uno se hace mayor y la gente deja de ser lo que era. Te das cuenta de que tu madre tenía razón en varias cosas de las que te decía, o mejor dicho, en casi todas, pero en realidad tú no quieres afrontarlo.

Pasan cosas, todo se revuelve, el mundo se vuelve loco, pero a pesar de todo eso siempre hay una minúscula lucecita que te alumbra y te ayuda cada día, poco a poco, siempre a tu lado, cuando lo necesitas y cuando no.

Y entonces, cuando das todo por perdido, las piezas se recomponen como en un puzzle de cristal, con cuidado, frágilmente... A veces pesan más los años que el orgullo, pero nada es fácil, y nada será igual, eso está claro, pero se puede mejorar.

Tecnología: la clave de la modernización

Si señores, las cosas han cambiado. Lo siento por aquellos que se niegan a establecer contacto alguno con la tecnología, pero en los tiempos que corren, sin ella, sería casi imposible nuestra existencia.

Pues si, los trabajos ya no se escriben a mano, se hacen a ordenador; ya no hay fecha límite hasta el viernes para entregárselos al profesor en clase, ahora tienes hasta las 23:55 horas para subirlos a la plataforma de Internet; el gasto de papel para las notas es cosa del pasado, ahora nos llega un mensajito diciéndonos la nota del examen; y como no, lo de escribir cartas forma parte de la prehistoria, pues ahora se escriben e-mails, los cuales puedes leer con tu ordenador, o bien, si tienes un super-mega-móvil de última generación, éstos te llegarán y los podrás leer de inmediato.

¿Bastantes cambios verdad? Pues aún hay más. Si no era suficiente con los ordenadores de mesa, llegaron los portátiles, pero claro, como todo se queda antiguo ahora están los i-tablets, todo tecnología y mucha maña con los dedos (pues es todo táctil). ¿Que se te queda pequeña la estantería con tantos libros?, ahora no necesitas espacio, ¿para qué están sino los e-books?, en una tarjeta de 1x1 cm puedes almacenar miles y miles de libros. ¿Y la música? ¿Dónde se quedaron esos enormes tocadiscos llenos de polvo? ¡Eso sí que fue rápido! Del tocadiscos al radio-casette, del radio-casette a la minicadena, de la minicadena al discman, del discman al mp3, del mp3 al mp4, del mp4 al mp5, y así iremos...sucesivamente.

Pero como todo, hay ventajas e inconvenientes. Si agotas hasta última hora para subir tu trabajo a la plataforma de Internet...piiiiiiiiii ¡¡ERROR!!, el servidor está colapsado, pues todo el mundo está subiendo su trabajo a la misma hora que tú. ¿Y si te equivocas y pones el móvil de tus padres en vez del tuyo?, pues que la nota del examen les llega a ellos, y adiós a lo de alargar la entrega de notas, el castigo es ipso facto.

Lo que yo me pregunto es ¿de verdad nos hacen falta tantas "chorradas" en nuestra vida cotidiana? A veces echo de menos el escribir una carta, o más bien, el recibirla. Ya no conocemos ni nuestra propia letra de lo poco que escribimos a mano. ¡Qué triste! ¿verdad?

Está bien usar la tecnología, pero deberíamos racionalizarla a lo largo de nuestra vida. Porque antes nos parecía una locura salir de casa en pleno invierno sin llevar puesto el abrigo, pero ahora, nos parece una locura salir de casa sin llevar "puesto" el móvil.

TORPE: como un beso a oscuras entre dos desconocidos.

Era una persona huraña, al igual que la sonrisa de una llama. Con el corazón vacío, tan vacío que parecía la zona cero después del 11S. Era un hombre errante, como las gaviotas por el aire, y se encontraba perdido, como un fular en el armario de un rico.

Como de costumbre ahogaba sus penas tras la barra de un bar, pues una vez más, aquel hombre estaba triste, como los ojos de un niño cuando pierde al "parchís". Lo veía todo negro, como la suela del pie de un vagabundo.

De pronto, una mujer se acercó a él y le susurró algo al oído. Él se volvió inquieto, como un zapato de claqué; y absurdo, como si fuera un payaso tocando una trompeta en medio de un funeral.

La mujer le cogió de la mano y le condujo a un lugar oscuro, al igual que la sombra de su cuerpo. El hombre se sintió violento, como el mar en la tormenta. Sus labios primero se rozaron, luego se unieron, y finalmente se apretaron sin afán alguno de separarse.

Él se volvió febril, como una "fan" en un concierto. Pero aquello duró poco, pues ella desapareció difuminándose entre las sombras.

Había sido un beso amargo, como el sabor que viene tras el tequila, y confuso, como el despertar de un borracho tras una noche de fiesta.

El hombre se sintió inútil, como un lloro tras la derrota, y quemado, como el corazón de una fulana. Pues aquello que esa noche le había ocurrido, era tan extraño como el olor de la tierra después de un naufragio.

Presentación

Son ya cuatro años los que tiene este blog, pero la verdad es que nunca he llegado a escribir nada en él. Hace unos días Manuel Espada visitó mi facultad, allí nos habló de su nuevo libro además de su blog: "La espada oxidada". Fue entonces ahí cuando me picó el gusanillo de crearme uno también. Y ahora, cuando me dispongo a hacerlo, me doy cuenta de que tengo uno, y que jamás escribí en él. Así que desde hoy empezaré a liberar aquí todos mis pensamientos, mis dudas y mis locuras, las cuales espero que os gusten.

Un saludo.