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domingo, 6 de marzo de 2011
Un sueño nunca se dice, se cumple
No me gusta ni el frío, ni la crema catalana, ni los yogures con sabor a plátano, ni tampoco los peluches. Prefiero la playa a la montaña, pero si se dan las dos mejor. Un vicio comer, y mi vicio: el chocolate. Mataría por que Alejandro Sanz cantara y tocara solo para mí. Me encanta reírme hasta que duele; odio las tardes grises en las que dan ganas casi de llorar. Siempre necesito gente a mi lado, odio estar sola, me aterra estar sola. Me gusta dar besos, y que me los den; pero a veces rechazo a los/las hipócritas que me los dan. No me gusta la falsedad, el "te pongo mi mejor sonrisa pero me caes fatal". Sol, buena música, mejor compañía y... chocolate, creo que con eso en una isla desierta sería capaz perfectamente de sobrevivir. Anhelo cada día de invierno las tardes de verano, su calor, su olor a cloro (¡vaya, vaya, aquí no hay playa!), sus helados, sus días llenos de luz, su gente... Odio lo superficial y a los/las superficiales. Odio que piensen por mí, opinen por mí, y hablen por mí. Me encanta esa sensación que entra cuando tienes un buen recuerdo y nace en ti una minúscula sonrisa. Añoro el mar, pero siempre que estoy allí se hace insoportable mi problema con la arena. Un equipo, el Barça; una cantante, Anastacia; un lugar, Barcelona; una comida, lasaña; un postre, mousse de chocolate; una forma de dormir, boca abajo; una forma de despertar, con la luz del sol; un ídolo, Messi; una noche, de verano; un sueño... un sueño nunca se dice, se cumple.
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1 comentario:
Pues a ver si tienes suerte y se te cumplen todos tus sueños , aunque la suerte no viene sola, hay que buscarla
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