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sábado, 30 de julio de 2011

"A palabras necias, oídos sordos"

Y voy a empezar a saltarme las normas, a borrar los obstáculos, a eliminar los impedimentos. Voy a preocuparme por quien tengo que hacerlo y a pasar del resto, porque "donde las dan las toman" y donde las toman las dan, asique si te dan, media vuelta, porque a "palabras necias, oídos sordos", y como la cosa va de sordos, voy a pasar de sonotones que me obstruyan el tímpano, voy a ponerme dos tapones y a olvidarme de prejuicios. Con que si quieres bien y si no, también, ¿y si no?, pues si es que no, retrocede y vete por donde has venido. Que las cosas solo molestan a quien se da por aludido.

lunes, 11 de julio de 2011

¿Para qué estar triste si puedes estar feliz?

¿Para qué estar triste si puedes estar feliz? ¿Que es verano, estás en el pueblo, tus amigas aún no han bajado, y las que están están trabajando?, pues nada, te vas a la piscina a cuidar de tus primos pequeños y te camuflas entre ellos (ya que la estatura me lo permite) haciéndote pasar por una niña de diez años. Pero eso sí, los fines de semana cambias de piel y vuelves a la de veinteañera con ganas de fiesta aunque hayas estado toda la noche sirviendo copas y hayas salido a las 6 y media de la mañana. Asique, si os pasa como a mi y estáis un poco aburridillos, haced lo impensable, no planeéis, dejad que el día siga su curso.

Pd: os dejo una foto desde casa de mi abuela, la calidad no es muy buena, lo sé, pero demasiado para estar sacada desde una blackberry tras una larga noche de fiesta.

jueves, 7 de julio de 2011

Verano.

El olor a crema, a cloro, las primeras quemaduras en la piel, el césped ocupado por niños/as del albergue. La gente que se va de vacaciones, la playa, las fiestas de los pueblos, las peñas, las sudaderas de colores,¿quién lleva el coche?. Fines de semana casi interminables, desayunos en "el flores". Julio que pasa despacio, y agosto que vuela. Los amigos que vienen, pero que también se van, al igual que la familia. Cuidar a tus primos en la piscina, enseñar por decimoquinta vez a tu hermana a tirarse de cabeza (y que no aprenda). Esperar un mes a que vengan tus amigas, y cuando vienen, hacer cenas, salir de fiesta, y discutir mucho: que si los colchones ahí, que si el sillón al otro lado, ¿quién limpia la nevera?, ¿qué compramos para fiestas?. Todo me recuerda al verano, mi época del año preferida, por eso hoy me resulta raro decir, que ¡estoy aburrida!