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miércoles, 16 de febrero de 2011

A veces pesan más los años que el orgullo...

Cuando eres pequeña piensas que el resto de tu vida va a ser igual que en ese momento. Con el tiempo te das cuenta de que las cosas cambian, que uno se hace mayor y la gente deja de ser lo que era. Te das cuenta de que tu madre tenía razón en varias cosas de las que te decía, o mejor dicho, en casi todas, pero en realidad tú no quieres afrontarlo.

Pasan cosas, todo se revuelve, el mundo se vuelve loco, pero a pesar de todo eso siempre hay una minúscula lucecita que te alumbra y te ayuda cada día, poco a poco, siempre a tu lado, cuando lo necesitas y cuando no.

Y entonces, cuando das todo por perdido, las piezas se recomponen como en un puzzle de cristal, con cuidado, frágilmente... A veces pesan más los años que el orgullo, pero nada es fácil, y nada será igual, eso está claro, pero se puede mejorar.

viernes, 11 de febrero de 2011

Tecnología: la clave de la modernización

Si señores, las cosas han cambiado. Lo siento por aquellos que se niegan a establecer contacto alguno con la tecnología, pero en los tiempos que corren, sin ella, sería casi imposible nuestra existencia.

Pues si, los trabajos ya no se escriben a mano, se hacen a ordenador; ya no hay fecha límite hasta el viernes para entregárselos al profesor en clase, ahora tienes hasta las 23:55 horas para subirlos a la plataforma de Internet; el gasto de papel para las notas es cosa del pasado, ahora nos llega un mensajito diciéndonos la nota del examen; y como no, lo de escribir cartas forma parte de la prehistoria, pues ahora se escriben e-mails, los cuales puedes leer con tu ordenador, o bien, si tienes un super-mega-móvil de última generación, éstos te llegarán y los podrás leer de inmediato.

¿Bastantes cambios verdad? Pues aún hay más. Si no era suficiente con los ordenadores de mesa, llegaron los portátiles, pero claro, como todo se queda antiguo ahora están los i-tablets, todo tecnología y mucha maña con los dedos (pues es todo táctil). ¿Que se te queda pequeña la estantería con tantos libros?, ahora no necesitas espacio, ¿para qué están sino los e-books?, en una tarjeta de 1x1 cm puedes almacenar miles y miles de libros. ¿Y la música? ¿Dónde se quedaron esos enormes tocadiscos llenos de polvo? ¡Eso sí que fue rápido! Del tocadiscos al radio-casette, del radio-casette a la minicadena, de la minicadena al discman, del discman al mp3, del mp3 al mp4, del mp4 al mp5, y así iremos...sucesivamente.

Pero como todo, hay ventajas e inconvenientes. Si agotas hasta última hora para subir tu trabajo a la plataforma de Internet...piiiiiiiiii ¡¡ERROR!!, el servidor está colapsado, pues todo el mundo está subiendo su trabajo a la misma hora que tú. ¿Y si te equivocas y pones el móvil de tus padres en vez del tuyo?, pues que la nota del examen les llega a ellos, y adiós a lo de alargar la entrega de notas, el castigo es ipso facto.

Lo que yo me pregunto es ¿de verdad nos hacen falta tantas "chorradas" en nuestra vida cotidiana? A veces echo de menos el escribir una carta, o más bien, el recibirla. Ya no conocemos ni nuestra propia letra de lo poco que escribimos a mano. ¡Qué triste! ¿verdad?

Está bien usar la tecnología, pero deberíamos racionalizarla a lo largo de nuestra vida. Porque antes nos parecía una locura salir de casa en pleno invierno sin llevar puesto el abrigo, pero ahora, nos parece una locura salir de casa sin llevar "puesto" el móvil.